5 Cosas que puedes hacer para salir de ese estancamiento que tanto malestar produce

¿Qué estoy haciendo con mi vida?  

Recuerdo levantarme una y otra vez con el susto del despertador, sin saber muy bien qué estaba haciendo con mi vida, me sentía estancada, como si  estuviese perdiendo el tiempo, y muy triste y ansiosa. Totalmente desconectada.  

Me miraba al espejo antes de vestirme a toda prisa para ir a trabajar y no me reconocía, ni siquiera entendía como ciertos pensamientos se me pasaban por la mente, y me sentía culpable, al fin y al cabo, yo había  elegido (aunque inconscientemente) estar en esa situación ¿no?  

Mi vida se veía del mismo color que Inglaterra, gris y con capas de nubes que durante días no te dejaban ver el cielo azul.

Vivía anestesiada, en modo supervivencia.  

Pero aquello no era vida.  

Y hasta que las cosas no se pusieron bien feas para mí, no me di cuenta de que era hora de cambiar.

Así que, si te estás preguntado cómo avanzar en tu vida, como salir de ese estancamiento personal o profesional, o cómo puedes lidiar con la frustración y el agotamiento de sentir que no terminas de salir del hoyo, éste artículo es para ti.  

Te comparto 5 cositas que puedes empezar a hacer para salir de ese estancamiento que tanto malestar te trae. 

Recupera tu motivación y dale chispa a la vida empezando por aquí.
  

1. Reconecta

Con el ajetreo de la vida diaria, entre otras cosas, tendemos a tener el foco puesto en lo que ocurre a nuestro alrededor y no a lo que sucede en tu interior.  

Es muy fácil que te dejes para el final y olvidarte de darte lo que verdaderamente necesitas porque, casi que ya ni lo sabes.  

Y pasan los días quitándole importancia a lo que sientes, a lo que te susurra tu intuición, a lo que sabes que debes hacer por y para ti, llegando incluso a ver el cuidado de tu salud mental, emocional o física como una pérdida de tiempo. ¿Te ha pasado?  

¿Cómo no nos vamos a sentir estancados si no sabemos qué queremos o quiénes somos? 

El  primer paso es tomar medidas y empezar a dedicarte unos instantes para y por ti, para reconectar con lo que está ocurriendo en el interior, para observar y sentir. En definitiva para permitirte estar presente con lo que sucede en tu cuerpo. 

Esto se puede conseguir de muchas formas, pero básicamente consiste en coger una parte de tu día para ti (aunque sea mínima, desde 3 minutos a hora y media, lo que tu puedas), como acto radical de amor propio. 

Ya sea en forma de actividad física, dejándote envolver por una práctica  meditativa o usando técnicas específicas que te reconecten con tu parte más primitiva para ver qué hay, capa tras capas, en el mundo de tus  emociones y debajo del condicionamiento y los hábitos que tienes.

Desde ir a terapia, sesiones de coaching, talleres específicos, cursos de mindfulness y meditación, clases de yoga, de baile, teatro o ir escalar o surfear.  

Se trata de tomarte un instante para reconectar a través del cuerpo, la mente y las emociones, desde la aceptación y la compasión, con lo que sea que encuentres.

2. Redescúbrete

Una vez te permites este instante de reconexión empezará el viaje de redescubrimiento, tomando contacto con lo que quizás ya sabías sobre ti pero tal vez estabas ignorando, y también con hallazgos totalmente nuevos. 

Necesidades, cosas que no quieres, deseos, placeres, barreras, miedos, emociones más  complejas, creencias impuestas, hábitos viejos o en proceso de integración...  

Toda una fuente de información que te permitirá tomar la consciencia que necesitas para empezar a darle forma a tu destino. Porque sí, soy de las que cree que tenemos el poder de elegir dentro de lo que el universo, este mundo y la sociedad nos ofrece. 

Pero para eso debemos conocernos muy bien.

3. Vivir según “tu propósito” 

Cuando hablo de propósito no hablo de “esa cosa” “esa carrera” “ese hobby” al que tienes que dedicarle la vida. No.  

Va mucho más allá. 

Viktor Frankl, en su libro “El hombre en Busca de Sentido”, me enseñó que vivir mi propósito significa vivir según mis valores, según lo que es importante para mí.  

Y como todo está en continuo cambio, tus valores también variarán al tiempo que aprendes, creces y evolucionas. Es más, tendrás diferentes valores para cada área de tu vida.  

Por este motivo es tan importante reconectar y redescubrirnos a menudo.  

De esta forma te aseguras de que las decisiones que tomas están siempre en consonancia con lo que te importa de verdad (familia, libertad, amor,  conexión, diversión, liderazgo...).  

Y cuando vives así, estarás viviendo tu propósito.

Te equivoques o no, tendrás la certeza de que lo que hiciste en ese momento, lo hiciste honorando lo que era más valioso para ti (siempre desde el respeto, la ética, y la responsabilidad afectiva… que no vivimos solos en este mundo).  

Hacer y deshacer con una brújula interna que te guía.  

¿Suena bien no? 

4. Bailar con tus miedos 

En ese viaje te encontrarás con obstáculos y entre ellos es posible que te veas de cara con tus miedos más primarios (miedo al rechazo, al abandono, a la soledad, a morir...). Y, probablemente te des cuenta de que de alguna forma “te están frenando y no te dejan” llevar la vida que deseas. 

El miedo, junto a otras emociones que nos incomodan, son de las más  rechazadas.

Es como si tuviéramos que hacer las cosas o vivir sin miedo para alcanzar nuestros objetivos o sueños.  

En más de una ocasión he escuchado decir “no tengas miedo” o “hazlo con miedo”.  

Es decir, o negamos que el miedo sea algo natural que nos aporta información valiosísima y lo rechazamos, reprimimos o evitamos a toda costa, o, nos empujamos y esforzamos por hacer las cosas con miedo, cuando ésto puede ser contraindicado y retraumatizante.  

Así es que, no consiste en luchar contra el miedo, sino en crear una relación más íntima, amorosa y placentera con ellos.  

Tu misión es aprender a bailar con tus miedos, invitarlos al baile en el reinado de tus emociones y conocerlos más de cerca, entender sus propósitos y sus fortalezas y, negociar cuál es la mejor manera de colaborar para permitirte vivir según tus valores.

5. Planea una estrategia

Con todo este conocimiento, no te queda más que utilizar esa habilidad que estoy segura tienes de sobra, que es organizar, resolver potenciales problemas, planear e ir a por lo que te propones.  

Pero esta vez, desde esa consciencia.  

Entender las circunstancias en la que te encuentras (desde el haber reconectado y redescubierto quién eres y lo que quieres) y averiguar cuáles son los pequeños pasos que puedes empezar a dar hoy.

Añádele a esto la qué canción que te apetece poner de fondo mientras bailas con tus miedos, mientras te dejas guiar por tu propósito, mientras vives, según TUS valores (y no los valores impuestos), y pasarás de sentirte estancado/a a cumplir tus sueños.  
 

Habiendo conectado con tu verdadera motivación, con tu esencia, el compromiso por vivir a tu manera se hará cada vez más fuerte y, aunque no sea fácil, te hará sentir cada vez más libre, llenándote de la sensación de  plenitud que estás buscando. 


¿Con qué quedarte? 

Dedicarte a ti, no es ni por asomo una pérdida de tiempo. Todo lo contrario, te dará mucho más de lo que puedas imaginar.  

Invertir en ti para conocerte íntimamente, para reconectar, para recordar tu  esencia, aceptando todas las partes de ti, (incluidos tus miedos) y decidiendo conscientemente sobre cuáles serán los siguientes pasos que des para vivir según tu propósito, es fundamental para salir del estancamiento.

Romper con esa sensación de no avanzar que sigues teniendo por mucho que estés luchando y haciendo y haciendo y luchando, es posible.  

Maneras de llevar a cabo estos 5 pasos hay muchas, pero hoy, te propongo La  Raíz, un mini-curso gratuito de 5 días que he creado específicamente para  empezar trabajar todos estos aspectos.  

5 Clases que te guiarán a través de prácticas meditativas y herramientas de  coaching a reconectar, redescubrirte, conocer tu propósito, bailar con tus miedos y acabar con un plan para dar los primeros pasos que te llevarán a vivir la vida que quieres.

↡↡↡ ¿Nos vemos allí? ↡↡↡

Será un placer ser testigo de tu camino y ver como continúas tu transformación.

 


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Sensible introvertida que solía vivir con miedo a la intensidad de las emociones, pero con un gran propósito y sueño que siempre me atraía hasta donde estoy hoy.

Mi pasión, acompañarte a reconectar con quien verdaderamente eres, en integridad con tus valores, a que reclames tu poder, reconectes con tu fuerza y que te sientas radiante, valiente, sensual y vibrante en tu cuerpo, tu profesión y tus relaciones.

 

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